Conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres rurales, no solo es lo correcto, sino que es un elemento fundamental en la lucha contra la pobreza, el hambre y la desnutrición. En consecuencia, las Naciones Unidas vela por la promoción de derechos de las mujeres rurales poniendo énfasis a los desafíos y oportunidades que tienen.
Según ONU Mujeres, las mujeres y las niñas de las zonas rurales se consideran una de las personas con mayor predisposición a ser pobres, a carecer de acceso a los bienes, la educación, la sanidad y otros servicios esenciales. Debido a la desigualdad y a la discriminación de género, las mujeres rurales están en peor situación que los hombres.
Los derechos de las mujeres rurales
A continuación, los derechos y los efectos a los que se enfrentan las mujeres y niñas rurales son:
1. El derecho a disfrutar de un nivel de vida decente
La agricultura se considera el sector de empleo más importante de las chicas que viven en países en desarrollo y zonas rurales. Un sector, que en gran medida, pertenece a la economía informal, con un nivel de protección social y derecho laboral muy bajo o inexistente. En muchos casos, se trata de un trabajo duro; con salarios escasos; acceso limitado a servicios sociales; pocas posibilidades de ascenso social…
2. El derecho a la tierra y a los recursos productivos
El acceso de las mujeres rurales a la tierra y a otros bienes productivos necesarios para disfrutar de ingresos, alimentos y bienestar. Distinto de los hombres. Aun así, se sigue luchando para una mayor seguridad en ingresos, poder de decisión en hogares y a la posibilidad de acceder al crédito para empezar un negocio o mejorar la productividad.
3. El derecho a la seguridad alimentaria y a la nutrición
Se considera que las mujeres y las niñas, entre otras labores, son las responsables de las tareas domésticas. Son las que hacen sacrificios por sus familias. Es aquí, donde se ve pronunciada la discriminación por motivos de género y sale repercutida la salud y vida de las mujeres.
4. El derecho a una vida sana y a recibir educación
Muchas mujeres rurales reciben servicios sanitarios de baja calidad, o ni siquiera tienen acceso a ellos. De la misma manera que la educación pasa a un segundo plano y se les limita el acceso a información y a la adquisición de nuevos conocimientos. A día de hoy, se apuesta por dar nuevas oportunidades y facilitar a las jóvenes el acceso a recursos tecnológicos, de comunicación y sanitarios de calidad.
Fuente: Conoce los datos: Mujeres y niñas rurales
“Los derechos de la mujer son derechos humanos. Sin embargo, en estos tiempos tan difíciles, a medida que nuestro mundo se vuelve más imprevisible y caótico, los derechos de las mujeres y las niñas se ven reducidos, limitados y revocados. El empoderamiento de las mujeres y las niñas es la única forma de proteger sus derechos y garantizar que puedan alcanzar todo su potencial”. António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas
El empoderamiento de las mujeres y niñas rurales necesita:
- Trabajo decente y protección social
- Educación y capacitación
- Energía sostenible y tecnología
- Agua limpia y saneamiento
- Inclusión de las mujeres en la toma de decisiones y el liderazgo
- Aumento de la resiliencia de las mujeres ante el clima
En Greencut, consideramos que las mujeres rurales empoderadas económicamente, hacen una gran y bonita labor: están manteniendo y mejorando la educación de sus hijos, la salud de los hogares, la seguridad y la nutrición, y son, por tanto, unas piezas clave para garantizar la prosperidad de las familias, las comunidades y las economías nacionales. Las iniciativas encaminadas a mejorar su empoderamiento y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por la ONU.